Alén Space participa en los planes de la ESA de explorar cuevas en la Luna
25 February 2021
La Agencia Espacial Europea (ESA) ha puesto su foco de atención en la Luna. Con el objetivo de llevar a cabo una misión de exploración de cuevas lunares, la ESA lanzó a mediados de 2019 un llamamiento para la presentación de proyectos. Los dos estudios ahora seleccionados son RoboCrane (elaborado por un consorcio integrado por la Universidad de Oviedo, la Universidade de Vigo y Alén Space) y Daedalus (promovido por la Universidad de Würzburg), que inician el estudio de viabilidad Concurrent Design Facility (CDF) de la ESA.
La investigación de RoboCrane se ha centrado en el estudio de la implementación de un grupo de pequeños robots en una cueva lunar. El principal reto que afronta el proyecto es sobreponerse a la ausencia de luz solar (y por lo tanto, de energía solar) dentro de la cueva, así como a la transmisión de los datos desde los robots a un rover en la superficie de la Luna.
Diego Nodar, director de operaciones y cofundador de Alén Space, explica que los integrantes de su equipo participan en el proyecto “como expertos en la parte de comunicaciones, con el objetivo de solucionar la comunicación de los robots que exploran la cueva con el rover y, por lo tanto, con la Tierra”.
RoboCrane supone todo un desafío para Alén Space. “Nos encanta participar en un proyecto pionero de exploración lunar y de gran interés y dificultad técnica. Por otra parte, estar en un CDF de la ESA, con expertos de todas las áreas de una misión espacial, es una gran oportunidad para nuestro equipo. El proyecto aún está en fases tempranas y tiene que superar varios hitos técnicos y de financiación, pero esperamos que salga adelante y que podamos participar en él en el futuro”, añade Diego Nodar.
Tal como expresa Fermín Navarro, docente de la Universidade de Vigo, “el objetivo científico de este proyecto es estudiar el interior de uno de estos tubos huecos de decenas de metros de diámetro y de unos 50 metros de profundidad, que presumiblemente se formó hace millones de años después del enfriamiento de la capa más exterior de los ríos de lava”.
Otro objetivo de la misión es determinar si se dan las condiciones en el interior de estos cráteres para posibles asentamientos humanos, puesto que permitirían un entorno con una radiación mejor que de la superficie y con temperaturas medias mucho más moderadas que en la superficie, donde los cambios son muy grandes. La mejor candidata para el proyecto de la ESA es una de las cuevas que tiene una entrada abierta en la región lunar de Marius Hills.
En el consorcio RoboCrane, además de Alén Space, también participan la Universidad de Oviedo y la Universidade de Vigo. La primera se encarga del diseño conceptual del sistema de grúa que hace posible descender los rovers más pequeños al interior de las cuevas, además de proporcionarle en el interior soporte de comunicaciones y de potencia eléctrica, generada en los paneles solares del rover situado en la superficie lunar. Por su parte, la Universidade de Vigo se encarga de la ingeniería de sistemas.
Tras los seis primeros meses del proyecto, los ingenieros de RoboCrane desarrollaron un modelo propio, que debe ser adaptado a los requisitos del rover Daedalus y al software que utiliza a ESA para estos estudios, contribuyendo con expertos del proyecto de la Universidad de Würzburg y de la ESA “a estudiar la misión a nivel conceptual de forma conjunta y a implementar un modelo que muestre si es o no es viable”, explica Fermín Navarro, de la Universidade de Vigo.
Imagen destacada: Pozo de Marius Hills fotografiado por la sonda Lunar Reconnaissance Orbiter de la NASA